Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.

Los escribas durante el tiempo del antiguo Israel eran personas cuyo oficio era el de estudiar la ley de Moisés, transcribirla y escribir comentarios acerca de ella.

La Septuaginta es una traducción de la Biblia Hebrea al Griego. El nombre Septuaginta viene de la palabra latina “setenta” y se denomina así, ya que la tradición indica que 72 eruditos judíos tradujeron el Antiguo Testamento al Griego, entre el siglo segundo y el siglo primero A.C.

Los defensores del canon bíblico responden con varias razones para afirmar la inspiración divina de este libro señalando la cantidad de pruebas históricas, lingüísticas y arqueológicas que confirman su veracidad.

Dios se ha revelado a un grupo de personas cuya identidad ha sido preservada a través de milenios, y que así mismo está ligada de manera intima al divino llamado de Dios

Así, al entender el origen del Antiguo Testamento, como llego a nuestras manos, cuáles son las pruebas arqueológicas e históricas que apuntan a su confiabilidad, podremos saber con mayor seguridad que nuestra fe está basada en documentos antiguos, que han sido celosamente preservados a través de los siglos y que deben ser tomados muy seriamente, porque estos apuntan a aquel que fue anunciado como el camino la verdad y la vida, nuestro Señor Jesús.

Cuando hablamos acerca de la inspiración de las escrituras, nos referimos a la acción a través de la cual Dios guía con su espíritu Santo a los escritores bíblicos, influyendo en sus pensamientos y eligiendo las palabras de los escritores y usando sus trasfondos, sus habilidades y personalidades para transmitir los planes eternos de Dios a su pueblo y el mundo.

Nuestra fe cuenta con un registro histórico que hace referencia a personas, lugares, y eventos que pueden ser corroborados a través de evidencias históricas y arqueológicas.

El registro bíblico que nosotros tenemos en nuestras manos describe hechos históricos, esto nos muestra que el contenido teológico que afirma la existencia de Dios y la deidad de Cristo, debe ser tomado seriamente.