William Evangelista
Si no aceptamos y Si no usamos correctamente los dones dados por Dios que manifiestan la multiforme gracia de Dios reducimos la efectividad de la Iglesia en su totalidad. Sin los dones en acción la Iglesia no puede funcionar con el propósito divino que Dios le dio.
El hecho de que los milagros no son eventos que ocurren todo el tiempo, no significa que no existen. Sencillamente apuntan a la realidad de un Dios que decide moverse en el momento adecuado para intervenir de manera apropiada y comunicar las excelencias de su persona y carácter.
Al definir apropiadamente lo que es un milagro, ponemos un marco de referencia que dirija nuestras conversaciones con aquellos que no son creyentes, permitiéndoles identificar los milagros en sus vidas que los lleven a acudir a aquel Dios bueno y misterioso, que está listo para revelarse a todos aquellos que se han alejado de Él.