No importa si eres el chile, el limón o el dulce, Dios nos ha dado diferentes funciones y nos ha puesto en diferentes partes dentro del cuerpo de Cristo, la Iglesia. Dios usa a cada uno sin excepción y con gran propósito al ponernos donde nos pone y al darnos los dones que nos ha dado. ¡La Iglesia de Cristo se edifica con tu parte!