Lo cierto es que nosotros como padres estamos influyendo sobre la vida de nuestros hijos y de las generaciones futuras en forma que no podemos imaginar.
Cuando la realidad de la veracidad de las profecías bíblicas puede ser establecida, entonces es posible hablar acerca de eventos milagrosos que son fundamentales para la fe cristiana, eventos importantes como la resurrección.
Nosotros no servimos a un dios que no sabe pelear, le servimos a un Dios que no ha perdido una batalla, y podemos poner nuestra confianza en El.
Necesitamos estar listos espiritualmente y oír la voz de Dios porque Él es Omnipotente y omnipresente y Él lo sabe todo, así que no tenemos por qué temerle a la tormenta.
Los padres debemos entender que aun los niños que son sumisos, obedientes y tienen un espíritu de aprendizaje necesitan explicaciones detalladas, mucha paciencia, oportunidades para entrenarse y experimentar, así como el derecho a aprender mediante sus errores.
Cuando examinamos la persona y ministerio de Jesús, sus enseñanzas, lo que este dice acerca de sí mismo y su legado en la historia de la humanidad, podemos darnos cuenta de lo importante que son las profecías que anuncian su llegad.
Si quieres oír la voz de Dios necesitas está en obediencia. Conforme nuestra relación con el Señor crece lo más fácil es escuchar su voz
Dios a dado a los padres la responsabilidad de criar a los hijos; esta no es la responsabilidad que podamos delegar. Esta no es responsabilidad de los abuelos, de las escuelas, del estado, de grupos juveniles, ni de los compañeros y amigos.
Como seres humanos podemos ser testigos de sus obras al examinarlas desde una perspectiva más amplia, porque al examinar las profecías, podemos ver como estas fueron declaradas muchos años y siglos antes de que estos eventos sucedieran.
La Biblia nos enseña que, si no manejamos bien los asuntos financieros conforme los principios del reino, nuestras vidas pueden ser afectadas y perderíamos de vivir en la plenitud que Dios quiere para ti como hijo.
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